Aunque no soy una agencia de casting, como fotógrafo de perros y gatos necesito modelos fotográficos tanto para mis proyectos personales como de publicidad. ¿Te gustaría que tu perro o gato formara parte de mis castings?
Todas las marcas comerciales necesitan fotografías para sus campañas publicitarias. Y habitualmente, el fotógrafo de animales es el encargado de realizar el casting. ¿Alguna vez os habéis preguntado quiénes son los animales que aparecen en los anuncios de publicidad o cómo se llevan a cabo los castings de mascotas?
.
.
Cuando una agencia de publicidad o una empresa del sector de las mascotas contacta con el estudio para realizar un proyecto, suelen tener claro el tipo de animal que necesitan. Pueden querer por ejemplo un Border Collie, un Pomerania o un Chow Chow para anuncios en los que intervengan perros de raza. Pero no siempre tienen por qué ser animales de raza.
En otras ocasiones buscan animales mestizos que tengan alguna característica que les hagan especiales. Por ejemplo, una cara divertida, ojos llamativos… o que sepan hacer algún acting tal como dar la patita, sentarse o tumbarse.
.
Con toda esta información, el estudio se pone en contacto con todos aquellos modelos inscritos en su base de datos y que cumplan los requisitos solicitados.
Es frecuente también que se pida una fotografía actual de la mascota, ya que esta puede haber cambiado de tamaño, peso o corte de pelo.
Finalmente, se cita a todos los candidatos en el estudio fotográfico para conocerlos en persona y hacerles una fotografía. En ocasiones ocurre que un determinado perro es muy sociable pero que en el estudio se asusta. Tenemos que estar muy seguros de que el animal lo hará bien el día de la sesión y que se sentirá cómodo.
.
.
Lo más habitual es trabajar con perros y gatos para anuncios publicitarios. El modelo debe cumplir una serie de requisitos básicos para que la sesión fotográfica sea un éxito:
Siempre se buscan perros y gatos socializados. Que estén acostumbrados a estar con más gente, fuera de su casas, con ruidos y estímulos diferentes a los de sus hogares.
En el caso de los perros, estos deben saber órdenes básicas tales como sentarse, tumbarse y estar quieto. Son órdenes que se enseñan fácilmente y ayudan mucho el día de la sesión. Con los gatos la cosa cambia. Es más complicado que respondan a órdenes, por lo que lo más importante es que estén muy bien socializados.